ARQUITECTURA EN UNO

Les damos la bienvenida a todos aquellos que se animaron a ingresar el link en sus computadoras.
Este espacio lo hemos creado con la finalidad de que a la par de la facultad, todo aquel que le interese, tengan la opción de investigar en diferentes rubros tanto musicales, literatura, cine y obviamente arquitectura.
Suerte!
Esperamos que encuentren algo que les encienda y los atrape.

jueves, 27 de agosto de 2009

Entrevista
Arq. ROGELIO SALMONA (SUMMA+ 16 - Diciembre 1995)


Hace algún tiempo me visitó un joven arquitecto francés. Quería que yo le explicara cómo se podía hacer arquitectura. El había estudiado muchos años y sólo le pedían resolver algo que, bajo su punto de vista, no era arquitectura: cocinas, baños, habitaciones... Le contesté que sólo cuando resolviera bien y puntualmente esos problemas funcionales, técnicos y constructivos, el halo poético que podría agregar era la arquiectura.
Le dije que para ello era necesario cumplir algunas reglas: por ejemplo observar bien el sitio para lograr el lugar; que tuviera el mayor cuidado con la implantación, pues un edificio mal implantado destruiría el sitio y no lograría el lugar.
García Marquez, en una entrevista, dijo que para hacer literatura se necesitaba conocer la literatura. Estoy de acuerdo con él: para hacer arquitectura se necesitaba conocer la arquitectura.
No se hace bien lo que no se conoce. Por el contrario, es el conocimiento el que permite la escogencia y la selección. Es el gran momento de la creación, en el que al igual que en la música, se empieza a componer, a transformar lo existente, a elaborar la forma, a establecer la espiritualidad de la arquitectura y a definir la espacialidad particular de cada obra.
Le sugerí además mirar bien su entorno, natural y humano. Ver bien de lejos, vertodo de cerca, como en el poema de Apollinaire.
Y tener paciencia.
Le recordé que toda arquitectura debe ser construida, pero que no toda construcción es arquitectura. De todas maneras para diseñar es importante conocer bien la construcción.
Muchas sorpresas se han llevado aquellos que creen que basta una buena composición para lograr una buena obra de arquitectura.
Claro está que éstas eran algunas sugerencias. El quería saber de otras posibilidades.
Le dije que si él fuera americano, yo le sugeriría conocer la arquitectura de América...
Los grandes conjuntos abiertos prehispánicos, la sutileza de la arquitectura colonial, la riqueza del mestizaje, y la sencillez de la arquitectura popular... pero cuidado con copiar! Se trata de recrear y de transformar.
Le aconsejé, como lo hice, caminar por plazas, patios, galerías y zaguanes, para encontrar en su silencio su propia resonancia... medir cada espacio, dibujar cada lugar encontrado que lo hubiese emocionado (la emoción no engaña), y guardar en la memoria ese lugar, esa medida, esa resonancia, para algún día extraerlo, rememorando, y componer la obra arquitectónica.
Por último le dije que se puede componer con el material, con la luz y la penumbra, con la humedad, con las transparencias y con los sesgos, para lograr una espacialidad enriquecedora para los sentidos.
La sorpresa, la armonía y el encuentro, también forman parte de la arquitectura. Esa es su profunda poética.



Gracias Sebas por el dato!